En los últimos años en el municipio de Guapi, debido al fenómeno de la avanzada gobierno Colombia en aras llenar y controlar cada uno de los andenes y carreteras fluviales, las cuales son nuestro medio de transporte, de convivencia y alimentación. Y en aras de lograr su cometido han impuesto en nuestro territorio una barrera de miedo, sangre y desolación en nuestras veredas y comunidades.
La censura marítima de no poder navegar en nuestros ríos, nuestros mares de forma segura y confiada, como se daba anteriormente cuando los recursos naturales, mineros y biológicos de esta zona, eran desconocidos por el resto del país, cuando ningún actor armado imponían las condiciones de cómo moverse, andar, navegar, cazar en nuestro territorio, cuando los amos y señores de lo propio eran los nativos de todas esta zona ubicada en el océano pacifico del Colombia, desde el Darién hasta esmeraldas y de la cordillera al mar.
Antes que el gobierno y todas las formas de colonos y colonizadores de nuestro territorio imponieran el desarrollo con fuego, a todos estos se le suma la deuda histórica primero del departamento del Cauca, con el municipio de Guapi y los otros dos municipios de la costa pacífica en el Cauca López de Micay y Timbiquí, segundo la falta de atención en el gobierno local por parte del gobierno nacional, la falta de vigilancia y de control en la inversión de los recursos de la gente para la gente, la corrupción en doble vía de los políticos tradicionales de nuestros municipios, departamento y nación, quienes engañan, venden, traicionan la visión de desarrollo social y comunitario de nuestras comunidades, por el dinero y la individualidad haciéndose llamar en nuestro caso guapireños, amantes de su tierra y territorio por lo que la roban, la ultrajan, la desangran y cuando ya no queda más volvemos a buscar lo poco que llega y hacer más por ellos que por Guapi.
De allí pasamos a decir lo siguiente, Colombia es un país que lleva más de medio siglo en una guerra y disputa interna, donde los muertos los ponen los pobres de este país, sean de izquierda o de derecha y se benefician los ricos, sean de izquierda o de derecha, que Colombia inicio recientemente conversaciones con las Guerrillas de las FARC-EP y el ELN, con tal de llegar y poner un fin a la confrontación armada en el país, porque las diálogos solo buscan esa finalidad, entendiendo que la paz es otra cosas y que va allá del dejar de disparar.
En medio de todo esto Guapi se mueve en un escenario muy importante ya que esta dentro de los municipios propicios según las naciones unidas para la implementación del pos conflicto y la reintegración de los excombatientes a la vida civil, y como nada está aprobado hasta que todo esté aprobado, es triste ver escuelas como la NORMAL SUPERIOR LA INMACULADA en Guapi, como estación móvil de los soldados de la infantería de marina batallón número 42 presente en este municipio, como puente de conexión entre el batallón y la escuela para tener el paso más rápido hacia el centro del municipio, cuando esta acción está prohibida por el derecho internacional humanitario y de derechos humanos.
Esto viene ocurriendo de manera sistemática y recurrente en nuestra localidad, organizaciones de comunidades negras, Organizaciones de jóvenes, padres de familia, profesores han denunciado este tipo de prácticas, pero pareciera que para nuestro gobierno es más importante, brindarle la movilidad y el acceso de sus fuerzas por cualquier lugar, poniendo la vida de niños, niñas, adolecentes, jóvenes, maestros y profesores que conviven en esta institución educativa, en una situación parecida se encuentre el hogar san Joaquín y santa Ana del municipio de Guapi, más conocido como el hogar Mónica, lugar que hospeda en su interior niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, además de religiosas o monjas, las cuales son las encargadas de este lugar.
Situación que preocupa mucho también pues a escasos 10 metros de este centro de acogida para niños y ancianos, está ubicada la escuela urbana mixta de Santa Mónica, hacemos un llamado a los órganos de control, organizaciones de derechos humanos, personerías, contralorías y organizaciones nacionales e internacionales a contribuir y ayudar a que este tipo de acciones no se practiquen para que no pongan en riesgo las vidas de inocentes en medio de un conflicto tan agudo y difícil.
Regional COCOCAUCA.