UN CONVITERO PLANTÓ Y CANTÓ PARA CURAR EL ALMA

La oralidad del Pacífico como herramienta de resistencia y memoria colectiva

Por MARYOLI PONCE HERRERA

Después de muchos recorridos que ha tenido la Coordinación de Consejos Comunitarios y Organizaciones de Base del Pueblo Negro de la Costa Pacífica de Cauca (COCOCAUCA) por los territorios de la costa pacífica del Cauca (Guapi, Timbiquí y López de Micay) nace la necesidad de dar testimonio y visibilizar la alta diversidad oral que hace parte de las tradiciones de las comunidades negras del Pacífico.

Este artículo fue publicado en diciembre de 2019 en la revista Territorio de Etnias No. 14, edición especial (pág. 30 – 31)Entre la realidad y la esperanza: Situación de derechos humanos y procesos de construcción de paz desde los territorios.

De ese mismo modo, en el 2017 COCOCAUCA empieza a recolectar estas antologías y hace su primer lanzamiento, dejando memoria en su página web, a través de décimas, coplas, poemas, textos, alabaos, adivinanzas; entre otras manifestaciones culturales de esta tierra. Así nace la iniciativa «Voces de Río y Mar«, con el fin de crear un espacio virtual de resistencia oral y cultura propia desde la palabra, el diálogo y la escucha, promoviendo la sana convivencia y dejando memoria en los territorios. Esta iniciativa son voces del campo que han tenido un gran acogida en las redes sociales, fortaleciendo y aumentando la visibilidad de las comunidades negras de la costa pacífica del Cauca y el conocimiento de su cultura.

En el 2019, en el marco de la iniciativa y en convenio con la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia, COCOCAUCA empieza a desarrollar la propuesta «Un conviteró plantó y cantó para curar el alma» en la comunidad de Limones, Consejo Comunitario del Río Guajuí, municipio de Guapi. Ésta tiene como objetivo fortalecer la sana convivencia y visibilizar lo que otros quieren que sea invisible. Al igual que muchos colombianos de la zona rural, los aproximadamente mil habitantes de la comunidad de Limones han padecido los rigores del conflicto armado y del narcotráfico en toda su brutalidad, y los han convertido en población victimizada.

Playa de Limones, Consejo Comunitario del Río Guajuí, Guapi. Foto: Juliette Schlebusch, COCOCAUCA.

El nombre de la propuesta busca resaltar tres elementos: la importancia y el reconocimiento que se les debe a los conviteros (autoridades étnicas) que promueven el liderazgo colectivo y la resolución pacífica de conflictos en las comunidades del Guajuí; la necesidad que se siente de plantar, sembrar y cultivar la tierra en el Pacífico, bien sea por el sustento económico o para convertirlo en lugar histórico de armonización local, rindiendo a la vez tributo a este pulmón que es el Pacífico y que ha resistido, hasta ahora, a la guerra y la contaminación; y tercero, curar el alma y contar la historia de personas o familias que han sido victimizadas por el conflicto armado.

De estas historias de violencia y victimización hay muchas en Limones. Han habido muertes violentas, desapariciones forzosas y desplazamientos masivos. La gente siente miedo y evita estar transitando, porque teme la presencia de actores armados, tanto legales como ilegales. Los habitantes dicen que corren mucho riesgo, porque a veces hay presencia de todos los grupos armados y en cualquier momento pueden encontrarse en medio de una balacera que les puede costar la vida. Reconocen que la presencia del Ejército por lo general les trae problemas, porque mientras no haya presencia de ellos, los otros actores no se meten con las personas que «no tengan nada que ver». Debido a dicha situación, ya casi no hay una vida comunitaria.

Es más, para algunos la vida en Limones ya no tiene sentido, pero no se han ido, porque la situación económica no lo permite. El escenario es cada vez más preocupante y debido a esto las personas sufren de los nervios, la presión arterial y traumas.

En el marco de la propuesta estos testimonios se convirtieron en poemas, coplas, versos, décimas, alabaos, canciones o arrullos, relatando las verdades desde la perspectiva de las víctimas, dando a conocer qué significa una vida en medio de la guerra, en una región marginalizada y en situación de abandono.

«Un convitero plantó y cantó para curar el alma» arrancó en el mes de octubre (2019). Hasta el momento se han identificado cinco casos de personas con las que se va a trabajar; que han sufrido la guerra con consecuencias violentas y tristes. Así por ejemplo el caso de dos familias que han perdido sus seres queridos en el 2012. A una de ellas le tocó presenciar la muerte de su hijo, y así vieron caer también al hermano, tío, vecino y primo. Por razones hasta hoy desconocidas lo bajaron de la casa y en la escalera de la misma le propiciaron ocho disparos. Una persona fue sorprendida por una bala perdida, dos mujeres de 35 años recibieron esquilas, sus vidas cambiaron por completo.

Casos como el anteriormente citado existen muchos en la costa pacífica del Cauca. Casos que por mucho que fueron relatados entre los mismos miembros de la comunidad nunca fueron investigados. Otros no salieron de la orilla nunca, siguen existiendo en la memoria de algunos pocos, una memoria silenciada por el miedo y sin propuesta, lugar de una resistencia activa y colectiva que cree en una vida más allá de la guerra diaria.

Los poemas, décimas y demás composiciones, resultado de la propuesta «Un convitero plantó y cantó para curar el alma», y que luego podrán ser consultados en la plataforma de COCOCAUCA, no van a cambiar la realidad de Limones, pero pueden ser una forma de confrontarla, de vivir la memoria de manera activa y colectiva, sin necesidad de ahogarse en el miedo y el olvido. Cantar la verdad significa compartirla, reconocerla y dar el primer paso para curar el alma.

¿No sabes qué es un convitero? Consulta nuestro Diccionario Negro: https://cococauca.org/2019/05/31/convitero/

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Anotación:

La Coalición Internacional de Sitios de Conciencia es una red de instituciones, ubicadas en diferentes regiones del mundo, constituida para revelar y visibilizar la historia a través de sitios de memoria.

Foto entrada: Comunidad de Limones, Consejo Comunitario del Río Guajuí, Guapi. Por Juliette Schlebusch, COCOCAUCA.