¡NO MÁS VIOLENCIA CONTRA MUJERES!

Por M. G. O

Hoy, 25 de noviembre, a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, quiero contarles una historia, y más que una historia es una realidad que muchas mujeres han padecido, y lamentablemente siguen padeciendo: la violencia. Y cuando hablamos de violencia, no sólo me refiero a lo que se pueda ver, la marca de una mano, un ojo oscurecido, también hablo del daño emocional, psicológico, económico, laboral, sexual. Estos por decirlos de alguna manera, porque tú y yo sabemos que existen muchos más. Y aunque es cierto que mucho se ha avanzado en este tema, se ha logrado en todas estas luchas que como mujer tengamos derechos – a la educación, al voto, a trabajar, a decir libremente lo que pensamos – la realidad sigue siendo otra. Por ejemplo, en esta época de pandemia de covid-19, en nuestro hogares, a nuestro alrededor se ha incrementado la violencia, sobre todo la intrafamiliar, la violencia sexual en nuestros niños, niñas y adolescentes; muchas familias se han desintegrado, el grado de discusión entre las parejas, entre los hijos y los familiares que conviven se ha disparado, hay más agresividad, enfrentamiento entre los padres con sus hijos. Ellos no han entendido que deben obedecer a sus padres, se creen invencibles. El respeto, la tolerancia, el aceptar al otro, se deben adquirir desde nuestro núcleo familiar, como territorio base de paz y semillero de la buena convivencia e igualdad.

Lo más triste de todo es que el hacer daño está en los génes el hombre se destruye y destruye, hay una guerra absurda en plena pandemia y en vez de estar luchando por lograr combatir ese virus, que tanto daño ha hecho ya, estamos enfrentándonos entre nosotros mismos, nuestro planeta nuestro lugar. Si analizamos esta situación, también es un tipo de maltrato, hacia nosotros mismos, hacia la naturaleza que nos ha permitido sobrevivir ante tantas adversidades. Estamos ciegos por el ansia, por el poder de creernos más que los demás, y no pensar que aunque estemos llenos de riquezas materiales , la salud, la tranquilidad, no la podemos comprar.

La mujer debe ser respetada y amada, es el ser que nos da la vida y aunque para hacer un hijo se necesita de un espermatozoide y de un ovulo para ser fecundado y dar una nueva vida, es en el interior de la mujer que se forma, que se alimenta, que lo hace fuerte y al final nace una nueva vida, un nuevo amanecer, un nuevo día. Por eso yo los invito amigos y amigas a reflexionar que este día no sea igual a los otros que nos pongamos la mano en el corazón y nos preguntemos he sido un buen hijo, hija, una buena pareja, un buen esposo; que esto nos permita abrir los ojos. Puede ser un nuevo comienzo para muchos, lo que si debemos tener claro es que nacimos de una mujer un ser maravilloso, que con esfuerzo y valentía nos ha sacado adelante y que hace que este mundo en que vivimos hoy sea mejor, porque somos guerreras, luchadoras, emprendedoras. Muchas han logrado sacar a sus hijos a delante, a sola, a que sean hombres y mujeres de bien. Por eso invito a todas las mujeres, sin importar su raza, creencia, religión, que estamos aquí para ser reconocidas, respetadas y amadas; que digamos juntas: «No más violencia, ningún tipo de violencia, contra las mujeres».

Foto entrada: Cristian Cuero Castro, COCOCAUCA.