MÁS ALLÁ DE LA LEY 70, NUESTRO SUEÑO: CREAR UN PAÍS MULTIÉTNICO Y PLURICULTURAL

Por ARNULFO CUERO CASTRO (COCOCAUCA) y COORDINACIÓN REGIONAL DEL PACÍFICO COLOMBIANO

Hacía 1986, un grupo de alrededor de unos 20 ó 27 jóvenes nos reuníamos en Guapi para mirar la situación local, bajo la figura organizativa que llamamos Juventud Conquistadora del Agro (JUCODEAGRO), con el ideal de mirar el tema de la agricultura y generar condiciones de soberanía alimentaria en nuestras comunidades y región. Ya para el año 90 conformamos la asociación Juventud Unida Para el Progreso (JUNPRO), que a partir del 2004 se llamó Juntos por el progreso – jóvenes y mayores, y es desde ahí donde se empiezan a generar acciones y gestiones con un pensamiento de proceso organizativo.

Desde estos años empezamos a divulgar e investigar por qué, según la Ley, estos territorios eran considerados baldíos, tierras de ‘reserva forestal’, y encontramos que así lo promulgaba la Ley 2 de 1959. Entonces convocamos a las comunidades, barrios, pueblos y municipios, para analizar la situación que estábamos viviendo. Esto nos llevó fuera de nuestras fronteras locales y junto con los procesos de Buenaventura, Nariño y Chocó, se hizo un trabajo a ver si podíamos llegar a la Asamblea Nacional Constituyente, pero no lo logramos, sólo llegó Maturana por la lista del M-19, él último en la lista, representación no tan significativa para nuestros fines, ya que el hombre manifestaba que él no conocía nada de la situación de reivindicación de derechos étnicos y que no sentía la discriminación en este país. Entonces no tuvimos un doliente propio que velara, hablara por nosotros en la Asamblea Nacional.

En ese entonces nos pusimos de acuerdo y mandamos el famoso ‘telegrama negro’ que decía que “Colombia es un país multiétnico y pluricultural y por lo tanto se debe reconocer la diversidad étnica y cultural del país”. Ese telegrama negro quedó exactamente en el Artículo séptimo de la Constitución, aporte que dio tintes incluyentes al país que habitamos.

El siguiente paso fue el proceso de hacer fuerzas con los indígenas, con Orlando Fals Borda y una cantidad de académicos e intelectuales del país para ver cómo hacíamos parte de esa Asamblea y cómo tendríamos un espacio para dar la discusión sobre el Apartheid, la discriminación, segregación y exclusión del progreso y desarrollo de los negros de este país.

Así fue, como a través de los indígenas y otras personalidades logramos en la constituyente el artículo transitorio 55 que fue la ventana, la apertura en la reivindicación de derechos étnicos en Colombia. En esa dirección articulamos el proceso organizativo entre los municipios de Timbiquí, López de Micay y Guapi, para avanzar en la construcción de nuestro trabajo por los derechos étnicos de Colombia, de nuestra nación.

Así, todos los territorios, desde Panamá hasta Ecuador nos organizamos y luchamos, nos valimos de paros cívicos, marchas, manifestaciones, hasta nos tomamos la Embajada de Haití ya que el gobierno no tenía intención de conformar la Comisión y reglamentar el artículo transitorio 55 como instrumento legal que empujaría la reivindicación de derechos étnicos en el territorio región del Pacífico. Entonces, gracias a todo ese movimiento, logramos ante el gobierno nombrar a esos comisionados: tres por cada departamento: Nariño, Cauca, Chocó y Valle; y uno de los tres por el Cauca fui yo. Junto y gracias a muchos aliados y personalidades, logramos darnos la pelea con el gobierno.

Así conformamos la Comisión Especial, con todos los elementos que recogimos sobre los territorios desde Panamá hasta Ecuador. La gente aportaba, ponía, planteaba. La Ley 70 es realmente un documento interesante sobre la población negra del país, sin precedente en algún otro contexto o archivo nacional. Hay que leerla.

Ya en un segundo momento, luego de que la Comisión se acabara, antes del 27 de agosto de 1993, nosotros no sabíamos cómo seguir, pero no paramos allí; y acá, a nivel regional bajo el impulso de JUNPRO conformamos, el 13 de septiembre del mismo año, la Coordinación de Consejos Comunitarios y Organizaciones de Base del Pueblo Negro de la Costa Pacífica del Cauca –COCOCAUCA, que era el espacio de encuentro de todas las organizaciones para avanzar en la construcción de esas propuestas y la reglamentación de la Ley 70.

Desde los territorios teníamos muchas aspiraciones, pero el gobierno no, ellos querían formular un documento y nada más, mientras que la iniciativa de las comunidades negras en este país era construir, crear un país multiétnico y pluricultural en términos físicos, materiales y reales, no sólo cháchara y papel. Y en ese entonces teníamos la fuerza para hacerlo, y la Ley 70 en el capítulo tercero, que tiene que ver con el territorio, era primordial.

Ya en términos de implementación hay muchos vacíos porque el gobierno no se ha interesado en que la población negra asuma un roll importante en las riendas de este país. En ese sentido los capítulos que hay por implementar son la base fundamental de la construcción de una perspectiva étnica en este país.

Y lo reitero, nosotros creemos en la apuesta de construir una nación dentro de este país, crear un territorio nación: tenemos la Ley 70, los recursos naturales, el territorio, las personas… tenemos todas las garantías para construir Nación dentro de esta nación.

Este texto fue publicado en la revista Territorio de Etnias No. 13:

25 años de la Ley 70: Caminos, luchas y esperanzas de las comunidades y pueblos negros de Colombia. Agosto de 2018.

Foto: Arnulfo Cuero Castro (adelante izquierda), Mario Castro Cuero (atrás izquierda), Polo Jaír Hernández senior (adelante derecha) y Polo Jaír Hernández junior (atrás derecha).