LA MEDICINA TRADICIONAL NEGRA ES UN BALUARTE DE VIDA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

Por JUAN ORLANDO PANTOJA CUERO

Las prácticas tradicionales en el Pacífico son un referente de acciones de vida y de resistencia cultural para seguir existiendo como grupo étnico, entre las cuales destacamos la medicina tradicional ancestral, que ha existido durante siglos con procesos de evolución natural.

Este artículo fue publicado en diciembre de 2019 en la revista Territorio de Etnias No. 14, edición especial (pág. 27 – 29), Entre la realidad y la esperanza: Situación de derechos humanos y procesos de construcción de paz desde los territorios.

Esta medicina negra sin ningún tipo de apoyo estatal, a diferencia de la medicina alopática u occidental, es vida material y espiritual, cuya base está soportada en la selva como farmacia en el territorio del Pacífico, como la región más biodiversa del mundo en recursos naturales por unidad de superficie.

La medicina negra milenaria ha contribuido enormemente a la salud de los pobladores étnicos, al mismo tiempo que se preservan valores culturales y ambientales bajo la lógica de nuestra propia cosmovisión en armonía con los recursos naturales del territorio. En este sentido, desde Juntos por el Progreso Jóvenes y Mayores (JUNPRO), como organización de la Coordinación de Consejos Comunitarios y Organizaciones de Base del Pueblo Negro de la Costa Pacífica del Cauca (COCOCAUCA) se emprendió el camino de resaltar y valorar lo propio, entre los cuales está la medicina tradicional como uno de los ejes de identidad de nuestra cultura negra.

Este camino de reafirmación étnica y cultural, que se da después de lograr la Ley 70/93 a través de luchas y movilizaciones, corresponde a cinco momentos. El primer momento es cuando realizamos el Encuentro de Saberes Culturales en el 1994, que abre la mirada en torno a nuestras riquezas culturales. El segundo momento se agrupa como la comprensión y líneas de acción para proyectar la política pública, y allí iniciamos los encuentros de saberes en medicina tradicional ancestral años 2001, 2003 y 2004. El tercer momento se identifica como el poder de la medicina en el territorio años 2013 y 2015. Y quinto momento, y su actual fase, se encuentra en sintonía con la atención a víctimas del conflicto armado. Este nuevo enfoque, impulsado desde la medicina tradicional negra, además de ser el acumulado de los encuentros realizados se enmarca en el escenario de posacuerdo y de construcción de una paz estable y duradera con justicia social.

La atención a víctimas del conflicto armado desde la medicina negra se hace con base en un plan de armonización que contempla identificación de enfermedades, sanación, curación y uso de remedios de acuerdo al diagnóstico, buscando trascender y transformar metódicamente el accionar de los médicos tradicionales ancestrales en los procesos de armonización, sin perder la esencia identitaria cultural.

Esta atención a víctimas como experiencia piloto con el apoyo del Fondo Vivir la Paz de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (en alemán GIZ), nos deja resultados de su armonización plena, bajo la lógica cultural étnica con la sanación integral de su cuerpo y espíritu. Este proceso mejoró la confianza de la comunidad y por ende de las víctimas acerca del alcance y resultados de la armonización del alma, el cuerpo y el espíritu.

Las vícitmas y otras personas armonizadas resaltan el buen servicio, cuya calidad está atribuida, entre otros, al enriquecimiento de los saberes de la práctica médica tradicional ancestral, producto de los intercambios, encuentros y la instalación de la infraestructura social y comunicativa.

Juan Evangelista Perlaza, médico del Consejo Comunitario del Río Sigüi, López de Micay, haciendo una limpieza espiritual. Foto: Juliette Schlebusch, COCOCAUCA.

Por eso recomendamos que los actos públicos, relacionados con víctimas étnicas afectadas por el conflicto armado, deben estar acompañados de elementos simbólicos y ceremoniales propios de la cultura negra, tal como la armonización del espacio a través de un sahumerio de plantas medicinales, el ritual de las velas encendidas que ilustra la llama de la vida procedente de los ancestros y lo proyecta a las generaciones futuras.

Del mismo modo destacamos que las comunidades étnicas de Guapi, Timbiquí y López de Micay reconocen el valor de sus tradiciones culturales para la sanación, usando plantas, botellas, curadas y rezos mágicos espirituales, con lo cual se eleva la autoestima de los médicos tradicionales ancestrales y permanece un sentimiento generalizado de la importancia de su rol, siendo reconocido en la vida de la región. Ahora se cuenta con una base de plantas medicinales como farmacia natural, por la cantidad y diversidad de plantas medicinales, gracias a la reconstrucción y mejoramiento de azoteas.

Complementando la visión holística, se precisa además que estás prácticas deben estar acompañadas de visitas y diálogos de comunicación e intercambio directamente en sus espacios locativos que permite estrechar lazos de afecto, hermandad y familiaridad, con lo cual también se fortalece la recuperación de la convivencia social de las víctimas, conviteros (autoridades étnicas), médicos tradicionales ancestrales, familiares y la comunidad en general. Porque es el momento de recuperar el valor del espíritu del territorio que nos enseñaron nuestros abuelos y abuelas, y que encarnan también la medicina negra, en la cual nuestros ancestros nos enseñaron la magia, el significado de la muerte; donde nuestros cuerpos mueren, pero el alma sigue acompañándonos y por eso la vitalidad de las aguas con sus lluvias, el río, las quebradas, el monte, las plantas, los animales y demás elementos vitales para las prácticas en el territorio.

Finalmente resaltamos que las mujeres como médicas tradicionales ancestrales son una fuerza superior, como agentes activas de armonización, en una región donde han sido relegadas a un segundo plano. Esta experiencia de armonización y sanación de víctimas que se impulsa en nuestra región de la costa pacífica del Cauca merece ser replicada como semilla piloto del grupo étnico de la comunidad negra, en la construcción de paz territorial como baluarte de resistencia para continuar por los senderos de la libertad con justicia social.

En este sentido las vícitmas y cualquier persona a lo largo y ancho del litoral Pacífico, tienen esta gran oportunidad de seguir siendo atendidas por médicos tradicionales ancestrales, conforme a la lógica cultural, como una manera de seguir fortaleciendo estas prácticas estigmatizadas durante años. Estas prácticas que cada vez crecen y están siendo más aceptadas, requieren del concurso de instituciones y organizaciones, para seguir salvaguardando la vida como parte del empoderamiento comunitario para la defensa del territorio.

A esta apuesta se destaca el compromiso de la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico (CIVP), de la cual hace parte COCOCAUCA y que incorporó esta línea en su plan mandato y lineamiento metodológico como experiencia de convivencia y armonización a víctimas bajo la lógica cultural étnica afro.

Invitamos a continuar transitando en los saberes ancestrales de los mayores, a recuperar la sabiduría del territorio, a volver a la vida y a encauzar nuestras energías hacía una paz justa y equitativa.

Foto entrada: «Armoniza tu cuerpo, tu alma y tu espíritu con el poder de la medicina ancestral», médico Arcadio Mosquera de Boca Grande, Consejo Comunitario Manglares, López de Micay, haciendo publicidad en frente de su casa. Foto: Juliette Schlebusch, COCOCAUCA.