Poema por RICARDO ANTONIO MONTAÑO SINISTERRA
EN ese negro y asombroso cajón
Emprendiste tu viaje sin avisarnos,
Sin decirnos tan si quiera adios;
Olvidándote de tus propios hijos
Que con tu partida les haz causado dolor.
PERO dime, dime que pasará, de hoy en adelante,
Si al levantarnos vamos al pie de tu cama
En busca de tu bendición como lo hacíamos antes.
¿TE escucharemos, sí o no?
Contesta, pero contesta madre.
Aunque sea la ultima vez, antes de que te guarden,
Porque sé que te vas para siempre
Causándote dolor dejarnos
Pero no pudiste evitarlo
¿Y nosotros que hacer?
PERO dinos algo madre que escuchamos,
Si oír tu voz es alentarnos, porque fuiste tan buena
Que en ocasión expusiste tu vida por salvarnos.
CONTESTA madre, contesta,
Contesta que estamos dialogando.
Temes porque tu viaje es demasiado largo
Entonces regresa, regresa porque que te necesitamos.
¿No ves que tu partida nos ha causado muchísimo daño?
Si fuiste tan buena, entonces, a hora ¿por qué ese cambio?
Y quiero que sepas madre,
Tus hijos no lo aceptamos.
Solo podemos decirte,
Hasta luego, hasta luego, madre,
No nos dejes esperando.