Poema por JHON EDWAR SOLÍS SALCEDO
VEO a mi pueblo sufrir
Veo a mi pueblo llorar
Veo a mi pueblo que implora
Tener agua para tomar.
SUFRE el niño y el anciano
La madre cabeza de hogar
Todos anhelando este líquido
Que no logran encontrar.
CON baldes y galonetas
Todos piensan saciar su sed
Ya les puede el desespero
De veras no saben qué hacer.
EL “acueducto” no existe
Al menos no en realidad
Es solo una fantasía
Para quien le gusta soñar.
QUÉ lástima nuestro río
No tener sanidad
Su agua tan solo sirve
Para los oficios del hogar.
¿Y ahora qué he de beber?
Ya no soporto la sed
Dios bendito has que llueva
Porque si no moriré.
LA pila de agua de mi vecino
De tanto pedir la sequé
Y los tanques de mi casa
La lama se los va a comer.
EL calor no lo soporto
Siento que me va a quemar
Ya la ropa me incomoda
Que castigo más brutal.
ME arrepiento del derroche
Del poco valor que te doy
Agua divina y preciosa
Ven a mi casa hoy.
ME despido sin aliento
Pues debo sentarme a rezar
Y a rogarle al Dios divino
Por el agua y por el mar.