
Embarcación ligera y de poco espacio de 3 o 4 metros de longitud por 50 a 70 centímetro de amplitud, empujado por un “canalete” o remo. Tradicionalmente las comunidades que han habitado la costa pacífica del Cauca, elaboraban esta embarcación con troncos de árboles como el Chanúl, el Balso, Chachajo, Nato, entre otros, que garantizaran su durabilidad en el tiempo. Hoy los potrillos se fabrican en fibra de vidrio y poliuretano de espuma para hacerlos más ligeros y fuertes.
El potrillo se usa para labores de pesca, caza y recolección, destacando a las señoras que van al manglar por moluscos, crustáceos entre otros; transporte estudiantil de muchas generaciones, de visita, paseos, y en general de movilidad ancestral, antes que existiera cualquier otro tipo de embarcación.
El potrillo ha simbolizado el rito de iniciación para los y las jóvenes que lo portaban y tenían el reto de hacer roncar el canalete al bogar para demostrarlo.
Estos potrillos cada vez se ven menos, debido a la demanda de canoas grandes que ofrecen un amplio espacio para transportar carga de alimentos o materiales de construcción como también pasajeros, impulsador por motor fuera de borda alimentado con gasolina.