LAS LUCHAS DE LAS MUJERES SALVADORAS DE VIDA CON CORAJE EN LA COSTA PACÍFICA DEL CAUCA

Ser una mujer negra de la costa pacífica del cauca es expresión de resistencia cultural, celebración de versatilidad, poder, lucha por la salvaguarda territorial, reconstruyendo el tejido social y la construcción de paz en todas y cada una de nuestras comunidades. (Torres Yissid)

Por siglos, las mujeres negras han sufrido todo tipo de violencias, entre ellas la discriminación estructural convertida en silencio, angustia, miedo y temor, que conlleva a   imposibilidades de denunciar.

La lucha es ardua e intensiva para lograr el reconocimiento de sus grandes cualidades como eje fundamental en los territorios de las comunidades negras, aplicando astucias a la manera de la emancipación cimarrona, a través de sus múltiples estrategias en las actividades productivas y económicas.

Madre acompañada de su hijo Participa de la asamblea general del Consejo Comunitario Río San Bernardo. Foto: Cristian Cuero Castro

Culturalmente, las mujeres de la costa pacífica del Cauca resguardan y salvaguardan la vida entre ellas al recién nacido/a, cura al enfermo, mantiene y sostiene la familia asumiendo el cuidado de cada uno de los que integran el hogar y la familia, además de las prácticas productivas ancestrales del territorio. Uno de esos elementos productivos de conexión con la ancestralidad son las Azoteas, en cuyos espacios están las huertas en las casas donde cultivan sus plantas que tienen un carácter sagrado por su carga simbólica y su relación con la vida.

Azotea tradicional de plantas medicinales, Consejo Comunitario Río San Bernardo Patía Norte. Foto: Cristian Cuero Castro

Las azoteas son el espacio de encuentro entre las mujeres negras y desde ahí se recuperan los saberes medicinales y gastronómicos que se han replicado de generación en generación. (Torres Yissid)

En las azoteas se cultiva la cebolla, albahaca, chiyangua, orégano, limoncillo entre otras plantas; las plantas dentro de la tradición son consumidas para la preparación gastronómica, bebidas aromáticas y para la preparación de curas a enfermedades o alivios para dolores. De esta manera, la comida va ligada a la protección y a la sanación del cuerpo. 

Las azoteas además de las estrategias del trabajo comunitario con las mujeres, es un espacio de formación y de capacitación, es un compartir con otras mujeres, y se apropian los elementos básicos de derechos con la red juvenil de la escuela de jóvenes y mujeres de la regional COCOCAUCA.

Jovenes de Lopéz de Mtericay, Timbiqui y Guapi, intercambian conocimientos. Foto: Cristian Cuero Castro

Esta escuela de formación en derechos humanos y étnicos territoriales a jóvenes y mujeres de la costa pacífica del Cauca, ha buscado en el área de género contribuir a la liberación de las mujeres, las cargas que han presentado y vivido por algún tipo de violencia, de sus roles asumiendo solas el cuidado en los miembros del hogar y familia, que limita su participación en espacios políticos, pero también que las jóvenes mujeres sean el sustento y réplica del legado ancestral y de las tradiciones de las mayoras, reactivando estas prácticas desde un liderazgo conjunto y como red dentro de redes, permitiendo la construcción de paz y la reconstrucción del tejido social en cada una de las comunidades de esta subregión del pacifico colombiano. «En esta escuela buscamos empoderarnos en temas de incidencia política, conocer y defender los derechos ante quien acudir, que nos permitan tener una postura para decidir y no dejar que las mujeres sean abusadas, especialmente ayudar e involucrar a otras mujeres que aún no han hecho parte de este tipo de espacios». D.R.A

Sabias de la medicina tradicional ancestran, intercambian saberes con las jovenes en el municipio de Timbiqui Cauca. Foro: Freddy Rodriguez Ventez

Una de las cosas que son fundamentales para disminuir los índices de vulneración de los derechos de las mujeres negras y en nuestras comunidades es que conozcan a qué tienen derechos, además de la construcción de rutas comunitarias para cuando se presenten hechos de violencia contra la mujer y comunidad LBGTI. (Torres Yissid)

Así pudimos lograr que mujeres negras y jóvenes se formen, crearan espacios para compartir sus experiencias e intercambio de saberes con los mayores en perspectiva de sostenibilidad de construcción de paz con relevo generacional desde la visión ancestral. Las estrategias consistieron en la realización de encuentros de saberes ancestrales, de mujeres sobres sus roles, derechos, garantías con espacio de integración y apoyo en derechos; escenas de motivación y compromisos, diálogos de saberes; talleres de mitos y leyendas, de apropiación de juegos tradicionales ancestrales y las jornadas de módulos de formación.

Consejo Comunitario Río San Bernardo Patía Norte. Foto: Cristian Cuero Castro

En el intercambio de experiencias, las jóvenes y mujeres de comunidades negras de Guapi, Timbiquí y López de Micay avanzan en su empoderamiento, con los elementos apropiados de la escuela en derechos humanos y étnicos territoriales de COCOCCAUCA, que se entrelazó con las prácticas de las Parteras, Hierbateros, Remediaras, y Sobanderos, en perspectiva de contrarrestar el reclutamiento y uso de menores, jóvenes y mujeres para la guerra.

A pesar de las dificultades y las vicisitudes propias de la geografía con su vegetación, ríos y mares que separan y conectan el territorio, considerados como lugares de difícil acceso debido a la falta de vías y carreteras, y la discriminación por el abandono estatal; las mujeres han tejido redes y creado organizaciones comunitarias para rescatar su papel en la sociedad, recuperación de las practicas ancestrales y buscando la igualdad de derechos y oportunidades para participar en la construcción comunitaria, en un ambiente históricamente marcado por la violencia de género.

Durante el segundo modula de la Escuela de Derecho humanos, étnicos y territoriales, las y los jóvenes conocen y apropian herramientas tales como el Decreto 1745 de 1995, Ley 70 de 1993 etc. Foto: Cristian Cuero Castro

Por eso destacamos la articulación de conexiones de ideas, juntanzas, estrategias de comunicación y de visibilidad en el territorio, la disposición de defensa de sus derechos y la actitud de enfrentar las violencias de género, especialmente la relacionada con el conflicto armado, procurando también garantías para la participación política y en la toma de decisiones.

En el caso de la comunidad LGBTIQ+, aun se presentan acciones de violación a sus derechos y con ello amenazas. Sin embargo, esta población sigue en la lucha al igual que las mujeres, reivindicando y exigiendo sus derechos, resistiendo al abuso, a la estigmatización y señalamiento que la sociedad ha creado en ellos. A pesar de esto, esta comunidad ha logrado algunos espacios como, por ejemplo; la participación de los enlaces de género, comunidad LBGTIQ+ en las administraciones y la construcción de políticas públicas en la costa pacífica caucana. Pero dichos esfuerzos siguen siendo insuficientes ya que la violencia estructural que se tiene con la falta de oportunidad, las cuales no permiten que se implemente el enfoque de género y étnico territorial de manera que se garantice la participación política y toma de decisiones tanto de las mujeres como la de la población LGBTIQ+. Sin embargo, la escuela de formación en derechos humanos, étnicos territoriales de COCOCAUCA y su nueva Red juvenil le ha apuesta también a la inclusión, autonomía, derecho integral personal, construyendo identidad, paz y a la reconstrucción del tejido social en los municipios de Guapi, Timbiquí y López de Micay.

Niños comienzan su proceso de aprendizaje para aprnder a navegar. Foto: COCOCAUCA

Otros aportes de la Escuela de la regional COCOCAUCA, es que contribuyó a la mitigación de parte las problemáticas que presentan algunos jóvenes y mujeres, exponiendo sus situaciones de violencias en sus comunidades y buscando garantías dentro del territorio, considerando que entre el 2019 al 2021 se documentaron o conocieron casos de reclutamiento, violaciones, asesinatos y desplazamientos forzados en los tres municipios de la costa pacífica caucana.

Si bien, dichas violencias persisten y no hay cifras de los feminicidios, se sabe que en la mayoría de los casos los feminicidios son concurrentes por las parejas o exparejas de las victimas tras un ciclo de violencia que va en aumento. “las mujeres no denuncian debido al temor y a la irresponsabilidad que hay permanente en las instituciones competentes, además, vivimos atemorizadas por falta de garantías que empeora la situación ante la falta de intervenciones jurídicas y se ahonda la crisis por no se atreven a denunciar” D.R.A

En el municipio de Guapi – Cauca, mujeres se manifientasn en conmemoración al Día Internacional de la Mujer. Foto: Cristian Cuero Castro, COCOCAUCA

Por otra parte, las mujeres no solo han sido vulneradas en sus hogares, sino también por el mismo Estado, los grupos armados estatales y no estatales, tal como las disidencias de las Farc y el ELN. De este modo, las violencias de género y la falta de oportunidades llevaron a que las mujeres tuviesen la iniciativa de crear organizaciones, asociaciones, cooperativas que les permitiera tejer redes para enfrentar las situaciones que se presentan en las comunidades y así apostarle a la paz y la reactivación de prácticas ancestrales como reconstrucción del tejido social, que implica la participación y la toma de decisión en y con las mujeres en los espacios tanto comunitarios como espacios de incidencias de los tres municipios de la costa pacífica caucana. «La red Ewa´s es una red que permite que todas las mujeres nos encontremos e intercambiemos nuestros saberes y nos escuchemos, siendo sororas, donde empezamos a conocer y reconocer el trabajo que está haciendo la otra persona. Así se observaba en los procesos organizativos la activa participación, cuando antes las mujeres participábamos poco o nula, en desventajas frente a los hombres para el pleno ejercicio de nuestros derechos. Pero el reto mas grande que se tenia y que aun se tiene de una u otra forma en gran parte es la distancia que hay entre las mujeres que están ubicadas entre la zona rural y urbana, considerando que en zona rural la comunicación en gran medida es a través de correos humanos y en muy pocas hay la señal telefónica. Sin embargo, hoy en día tratamos de que todas estemos informadas ya sea por medio virtual o presencial» D.R.A

Mujer sabia del Consejo Comunitario de Guapi Abajo, Comunidad de Temuey. Foto: Cristian Cuero Castro

Por otra parte, el trabajo por el reconocimiento de los derechos de la mujer negra de nuestra región y la búsqueda por disminuir, prevenir y atender la violencia de género lo han liderado las organizaciones sociales, que ahora se conjuga con los enlace de genero de las administraciones locales, tal como manifiesta Yenilsen Alomia enlace de género del municipio López de Micay «se ha forjado una alianza entre los tres municipios donde los Alcaldes y la Alcaldesa de Timbiquí están comprometidos con sacar adelanta los municipios como Costa Pacífica, entonces se hace un trabajo conjunto. En López estamos haciendo campañas de prevención de violencia. Allí las mujeres son más vulnerables, porque estamos en un territorio de zona rural disperso y eso las limita para buscar ayuda, muchas veces son dependientes económicamente y no tienen cómo transportarse hasta la cabecera».

Es un reto y una apuesta seguir en el fortalecimiento con apoyo institucional, en aras de mejorar las garantías de atención a las mujeres victimas de violencia, la prevención y difusión de sus derechos, reconociendo los diferentes tipos de violencias, que sean atendidas y se prevengan los asesinatos de mujeres en las comunidades de la costa pacífica caucana. La experiencia se pudo emprender con el apoyo y concurso de las organizaciones, Consejos comunitarios, las comunidades, líderes y lideresas, cuyo desarrollo se hizo gracias al apoyo de la embajada de Alemania, la cual fue un puntal importante y valioso.

Regional COCOCAUCA

Foto de entrada: Día Internacional de la Mujer el 08 de marzo 2021 en Guapi Cauca. Foto Cristian Cuero castro, COCOCAUCA