JOVENES DE LA COSTA PACÍFICA DEL CAUCA MUEVEN LAS BANDERAS DE LA PAZ EN MEDIO DE LA CRUDEZA DE LA GUERRA

Por FELIPE CUERO

Las y los jóvenes y mujeres del pacifico caucano tienen la ardua tarea de romper los ciclos de violencia y marginalidad en la región, a partir de la valoración de lo propio.

En el municipio de Timbiquí – costa pacífica del Cauca, alrededor de 60 Jóvenes y mujeres de distintos consejos comunitarios y organizaciones locales participaron en el encuentro Inicial de motivación como parte del ciclo de acciones hacia la construcción de paz y defensa territorial, en el marco de la Escuela de Derechos humanos, étnicos y territoriales a Jóvenes y Mujeres Afrodescendientes en la costa Pacífica del Cauca.

La escuela de COCOCAUCA, apoyada por la Embajada Alemana, alcaldías municipales y Consejos Comunitarios, apunta a que los jóvenes y mujeres sean protagonistas en la región, tal como lo fueron en la Caravana Fluvial Humanitaria por la Vida y por la Paz llevada a cabo en abril de 2021 en esta franja del pacífico de Colombia. Ver tambien :https://cococauca.org/2021/04/23/manifiesto-de-la-caravana-fluvial-humanitaria-por-la-vida-y-la-paz-costa-pacifica-del-cauca/. Estas iniciativas son unos insumos para aumentar las capacidades ante el estado de vulnerabilidad, buscando reducir las amenazas y disipar los riegos, en perspectiva de superar la difícil situación humanitaria por el recrudecimiento del conflicto armado en la región.

Los habitantes del municipio de Guapi Cauca, reciben a la caravana fluvial humanitaria por la vida y la paz. Foto: Julia Schmidt

Esta crisis humanitaria se expresa también en mujeres usadas y jóvenes reclutados por parte de los grupos armados para engrosar sus filas y fortalecer sus organizaciones y capacidades bélicas, logística, en labores para la supervivencia de las tropas, información, mensajería, transporte de drogas o armas, entre otras.

Muchos y muchas son reclutados/as desde temprana edad motivados por intereses económicos y la falta de oportunidades, ante el abandono y marginalidad histórica que tiene a la costa Pacífica del Cauca, al igual que todo el andén del Pacifico colombiano, expresado en un déficit en educación con altas tasas de analfabetismo y cobertura en educación media en el litoral de 17,8 % y 18,5 %, respectivamente (DNP, 2016), índice de pobreza multidimensional de 33,3% sin incluir al Valle del Cauca y de Necesidades Básicas Insatisfechas por encima del 46% en el Cauca, (DANE. (2005).

Este fenómeno del reclutamiento forzado ha aumentado sustancialmente en la costa Pacífica del Cauca, con el agravante de que para las familias es casi imposible denunciar el hecho, ya que el victimario permanece en el territorio. En Guapi, López y Timbiquí como consecuencia de la reconfiguración del conflicto armado, muchos jóvenes y mujeres que han engrosado las filas de los actores armados no estatales, se han fugado de las estructuras armadas, incluso, antes del mes de haber ingresado emprenden la huida, aunque esto les cueste la vida, como ha pasado con varios de ellas y ellos. En su mayoría ingresan a las filas por las condiciones y situaciones de su entorno tal como la ansiedad, el maltrato intrafamiliar, violaciones, la pobreza, la violencia, el racismo estructural, etc., la que los obliga a optar por ese camino como la salvación de la vida.

Comunidad de Codicia, desplazada por el conflicto armado. Foto: COCOCAUCA

El reclutamiento no es una práctica nueva, pero en la actualidad sorprende escuchar la cantidad de casos de jóvenes y mujeres vinculados en las filas de los actores armados no estatales, lo que complejiza las opciones de una salida política y negociada al conflicto armado, considerando que los jóvenes en Colombia representan el 25% de la población (DANE, 2020).

Estamos ante un territorio con carencias y deficientes oportunidades para vivir con dignidad, condiciones propicias para el establecimiento y crecimiento de las economías ilícitas, cultivo constante del conflicto armado. Es evidente el desinterés del Estado colombiano, que no brinda las condiciones básicas para un desarrollo comunitario conforme a sus cosmovisiones y concepciones étnico – territoriales.

A cinco años después de la firma del acuerdo de Paz y su incumplimiento integral por el Estado colombiano, en la región se vive la reactivación de la guerra con la evidente reestructuración política y militar de los grupos armados y unos jóvenes convertidos en materia prima o carne de fusil.

El sombrío panorama se complementa con el aislamiento estricto y obligatorio del año 2020 por la pandemia del Covid – 19, que del 17 de marzo de hasta el mes de septiembre del año 2020, periodo de cierre de los colegios, hubo 83 denuncias de casos de reclutamiento de menores en diferentes territorios del país, de los cuales 19 fueron en este departamento del Cauca. Según la defensoría, el 80% de los casos reportados se presentaron en zonas rurales. Las edades de las víctimas oscilaban entre los 8 y los 18 años; de ellos, el 33% eran menores de 14 años y un 59% hombres o sea 49 casos (Defensoría del pueblo, 2020).

Con un saludo al agua en nombre de la Diosa Oshún, las y los jóvenes dan inicio al primer módulo de la escuela de formación. Foto: Freddy Vente Rodríguez, COCOCAUCA

Por todo esto nace la Escuela de Derechos humanos, étnicos y territoriales a Jóvenes y Mujeres Afrodescendientes en la costa Pacífica del Cauca, una estrategia que busca sembrar nuevos referentes en los territorios étnicos del Pacifico Caucano para salvaguarda la vida y el tejido social.

Foto de entrada: Las y los jóvenes empoderados para la defensa de su territorio. Cristian Cuero Castro, COCOCAUCA