LA SORORIDAD DE MUJERES Y JOVENES CONTRARRESTAN MUCHAS VIOLENCIAS EN LA COSTA PACIFICA DEL CAUCA

En los municipios que conforman la región de la Costa Pacífica del Cauca, con el pasar de los años, los territorios siguen sumidos en la desigualdad social, la violencia, el histórico abandono estatal por parte del gobierno departamental y nacional, desigualdad hacia las mujeres, falta de una red de comunicaciones estable y de calidad, mal servicio de fluido eléctrico rural y con fallas permanentes en lo urbano, falta de oportunidades a las/los jóvenes en estudios y/o laboral, bajo índice de denuncias y visibilidad de las situaciones que acontecen en el territorio resultado del miedo constante en el que están las/los habitantes.

Por ello, hablar de derechos humanos en los municipios de Guapi, Timbiquí y López de Micay hoy por hoy, es hablar de una realidad alterna, cada vez más lejana para las poblaciones que están acentuadas en el territorio.

Las comunidades tanto urbana como rural de la región, victimizadas por la cruenta confrontación armada que duró por más de 50 años en el país, siguen padeciendo el daño con la nueva reconfiguración armada y sufriendo todo tipo de situaciones violentas.

Estos territorios y su gente sufren las consecuencias de la nefasta decisión del Gobierno del Presidente Iván Duque Márquez, de incumplir con los mandatos e implementación de los acuerdos de paz integral firmado entre el Estado Colombiano y las extintas FARC – EP el 24 de noviembre de 2016.

En consecuencia, se puede hablar de una reestructuración del conflicto armado mucho más cruel y violenta que antes del acuerdo de paz, como bien lo expresó el Espectador el 28 de agosto de 2021:

«En el Pacífico caucano se reconfigura el conflicto armado tras la promesa de paz. En Guapi, Timbiquí y López de Micay las disidencias y el ELN se disputan el territorio que dejaron las Farc- EP. Una guerra que se libra con el narcotráfico, la minería ilegal y el abandono del Estado como telón de fondo«

Los actos de violencia que con el paso del tiempo son más intensos, continuos y evidentes ante las comunidades, se traducen en desplazamientos forzados, hurtos, homicidios, amenazas, intimidación, extorsión, enfrentamientos, desapariciones forzadas y un miedo constante en las/los habitantes, entre otras, las cuales son un reflejo de las múltiples infracciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario por parte de los actores armados legales e ilegales en la región.

Si bien es cierto que toda la región ha sido vulnerada y lo sigue siendo de manera constante; hay dos grandes grupos de vulnerables dentro de los ya vulnerados, los cuales son las MUJERES y los/las JÓVENES.

Los jóvenes por su parte, están en un nivel de vulnerabilidad y riesgo extremo por los grupos armados. Han sido y siguen siendo víctimas de reclutamiento forzado, desapariciones forzadas, homicidios, violaciones y todo tipo de violencia atroz. Manifiestaba el joven Marlon Herrera del municipio de Timbiquí “hagamos lo que hacíamos antes, nos reuníamos y hacíamos bienestarina (comida), en cambio ahora uno sale a la calle y se tiene que esconder o acostarse a las 6:00pm, porque si no lo pueden matar o desaparecer”

Las mujeres de las comunidades también han tenido que afrontar una carga desproporcionada del conflicto no sólo por las afectaciones directas en sus cuerpos, sino también porque tuvieron que asumir el cargo de los niños y adultos mayores, «yo no me merezco esto, ya que me están vulnerando mis derechos» decía una de las participantes.

Razón por la cual, en junio de 2021 con apoyo de la Embajada de Alemania, se priorizan estos 2 grandes grupos poblaciones con quienes se impulsa la «Escuela de Derechos Humanos, Étnicos y Territoriales a jóvenes y mujeres de la Costa Pacífica del Cauca».

La idea tratada respecto al tema de género en la escuela, consistió en el empoderamiento a las mujeres en sus derechos, garantías y el reconocimiento del estado de violencia y de vulnerabilidad en la que viven. Estrategia implementada a través de jornadas de capacitación y sensibilización de derechos humanos y derechos étnicos, donde apropiaron conceptos sobre tipos de violencia y la autoridad competente para resolver, tanto autoridades étnicas y ordinarias. Actividades realizadas de la mano con las mayoras del territorio, quienes con su experiencia y sabiduría aportaron de manera oral y con ejercicios práctico/teóricos de ancestralidad guiaron a las mujeres jóvenes y aconsejaron en cada jornada.  

Los actos y la formación en torno al empoderamiento a las mujeres, también buscaron romper el silencio «para que quedara atrás», ya que viven bajo el temor y la zozobra que acecha a las comunidades, especialmente a las mujeres, quienes apropiaron otros elementos complementarios donde «la escuela nos trae mucho más a nuestro territorio, conocimos de leyes propias como la ley 70/93, decreto 1745 de 1995 y el convenio 169 de la OIT sobre consulta previa» (joven Mabell Liseth Riascos, de López de Micay)

Así se actuó, con sororidad, minimizando los impedimentos para denunciar y visibilizar las situaciones atroces que se cometen en contra de ellas, bien sea por ocasión del conflicto armado, por violencia intrafamiliar, de género o institucional, como expresaban las mujeres «un golpecito no se puede cubrir con maquillaje».

Por su parte, de manera integral y específica, se buscaba que todas/os los jóvenes que conformaron esta escuela de liderazgo, reconocieran la importancia de pertenecer al pueblo negro, de ser parte de los municipios de López de Micay, Guapi y Timbiquí, mirados desde la unidad y hermandad como sustento de defensa territorial con enfoque étnico, generando nuevos liderazgos en la región, con propuestas que incidan de manera directa y positiva en los territorios, en procura de conformar y consolidar el gran CONVITE JUVENIL DE LA COSTA PACIFICA DEL CAUCA, «yo era de los que decía, me ofrecen 5 millones de pesos y me voy pa´la guerrilla, en cambio ahora con la escuela de COCOCAUCA fui conociendo y ya sé que eso no es de bien» (joven Jhon Fernando Navarrete de Timbiquí).

Conforme a los resultados logrados, identificamos fortalezas de este pueblo Negro que se ha caracterizado por su resistencia ante situaciones adversas y siempre acompañadas de la fuerza ancestral para contrarrestarlas.

Una de las maneras se hace a través de manifestaciones de visibilidad a través de los medios virtuales de COCOCAUCA, mostrando de lo que pasa en los tres municipios, sus luchas constante por la reivindicación de los derechos, tal como la caravana fluvial humanitaria, el fortalecimiento de sus autoridades, incidencia en espacios nacionales e internacionales, acciones de empoderamiento de las mujeres, estrategias de formación de liderazgo, movilización social, y acompañamiento a comunidades ante emergencias, tal como se puede leer en los siguientes enlaces:

la Regional COCOCAUCA no pertenece a ningún grupo armado y no participa en ninguna forma en las acciones armadas de los bandos en conflicto, tales como la Fuerza Pública, las Insurgencias u otro tipo de actor armado. Por el contrario, es una organización de carácter civil, la cual aboga por la paz con justicia social y el respeto a la vida como principales fundamentos sustanciales para seguir existiendo como grupo étnico.

Como Regional COCOCAUCA abogamos por la paz con justicia social, como fundamento sustancial para seguir existiendo como grupo étnico. Rechazamos la violencia en nuestro pueblo y exigimos que se respete la vida de los habitantes.

Regional COCOCAUCA

Foto de entrada: Cristian Cuero Castro, COCOCAUCA